
A
la escucha del Evangelio: «Tengo, además, otras ovejas
que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi
voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor» (Jn 10, 16). Cristo
abre su corazón para mostrarnos un gran deseo: atraer a sí a aquellas personas
que aún no le conocen. Él sí las conoce, pero espera que reconozcan su voz
cuando las llama a la fe, cuando las invita a formar parte de su familia, la Iglesia.

Nuestro
compromiso misionero para este día
Buscar, recordar y transmitir
alguna información sobre la
Iglesia en Oceanía, para dar a conocer que en este lejano
continente hay tres cuartas parte de sus habitantes que aún no han podido
escuchar la voz de Jesús.
Orar por los seminaristas y
novicios de Oceanía, para que sean fieles a su vocación y pronto estén
disponibles para ser colaboradores de Jesús en el anuncio del Evangelio en
otras partes del mundo.
Promover
entre todos la necesidad de cooperar con nuestros donativos en el sostenimiento
de los 15 seminarios mayores y menores y de los cerca de 100 novicios y
novicias atendidos por esta Obra en Oceanía.
