Amigos de los martes:
Hace unos días oí a unos jóvenes que, temerosos, hablaban sobre la incertidumbre. Pienso que sólo podemos llegar a confiar y a comprenderla, cuando aprendemos a vivir el presente hasta el extremo y, además, cuando sepamos apreciar y afrontar todo aquello que nos sucede, sea o no sea de nuestro agrado.
Sin poder evitarlo pensé en mi historia, en lo mucho que disfruté y disfruto a pesar de todo y en cómo deseo seguir viviendo el día a día mientras espero, sin prisa, a que llegue el futuro. Confío en los días plenos, pero también en aquellos días que me gustaría esquivar y que, sin embargo, al final resultan ser fecundos y muy provechosos.
¡Cuánto nos falta por aprender…! Entre otras muchas cosas, a saber aceptar que no tenemos el control sobre todo aquello que pueda sucedernos y sobre todo aquello que no queremos que llegue. ¡Es posible que, cuando dejemos de preocuparnos por nuestro futuro incierto, empecemos a saber apreciar el momento presente!
Un fuerte abrazo y deseando que estéis bien,
Càrol García Murillo