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lunes, 18 de enero de 2016

EL CENTRO DE ACOGIDA DE LA MISIONERA REUSENSE ISABEL CORREIG, EN KINSHASA, RECIBE UNA AYUDA DE 3.000 DÓLARES.

EL PRÓXIMO DÍA 24, JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA

"EL CENTRO DE ACOGIDA DE LA MISIONERA REUSENSE ISABEL CORREIG, EN KINSHASA, RECIBE UNA AYUDA DE 3.000 DÓLARES.

La Iglesia celebra, el próximo día 24, la jornada de la Infancia Misionera que, bajo el objetivo de infundir a los niños el espíritu misionero, aplica el lema de que “los niños ayudan a los niños”. En realidad, los niños son los protagonistas de la ayuda de la Infancia Misionera cuyo objetivo es subvencionar proyectos sociales, educativos y pastorales cuyo destino exclusivo es la población infantil. 

La Infancia Misionera es una de las cuatro Obras Misionales Pontificias para infundir un espíritu universal y misionero que, a diferencia de las demás (Propagación de la Fe, San Pedro Apóstol y Pontificia Unión Misional) destina sus esfuerzos a los niños. La obra de la Infancia Misionera surgió en Francia hace más de 170 años cuando un obispo, Mons. Charles de Forbin-Janson, a quien Napoleón nombró auditor del Consejo de Estado, viendo que tantos niños morían sin el bautismo en China, decidió fundar una obra que se dedicase a la evangelización de la infancia con la ayuda y colaboración de los mismos niños.

Desde entonces, la obra de la Infancia Misionera se ha extendido por todo el mundo y, en la actualidad, son 130 los países en donde la institución permanece activa. La jornada del próximo día 24 se celebra bajo el lema “¡Gracias!” porque esta palabra no es una simple respuesta de educación convencional de los niños sino que es la expresión de lo que realmente ellos sienten ante la labor de esta institución de la Iglesia.

Con los fondos económicos  recogidos por todo el mundo, la Obra de la Infancia Misionera promueve la creación y el sostenimiento de centros para la distribución de alimentos, casas  de acogida para niños abandonados, hospitales para atender a los niños enfermos, escuelas para la formación y templos para la transmisión de la fe. Durante el año 2014, se recogieron 15.665.532 euros, fruto de los donativos de los niños de todo el mundo, que permitieron la financiación de 2.868 proyectos en los cinco continentes.

“Pueblo de la Fraternidad”

Precisamente, por lo que a la archidiócesis tarraconense se refiere, hay que destacar que a través de la Infancia Misionera, se ha ayudado con 3.000 dólares a la escolarización y asistencia médica y sanitaria de las niñas del “Foyer Elikya” de Kinshasa, en la República Democrática del Congo. Se trata de una casa de acogida gestionada por “Ekolo ya Bandeko” (“Pueblo de la Fraternidad”), una asociación de fieles reconocida y aprobada por la iglesia local en 1993, fundada por el obispo Mons. Philippe Nkiere y la misionera reusense Isabel Correig.

Esta asociación, además de otras actividades, acoge a 25 niñas a quienes se les proporciona un ambiente familiar en el que reciben asistencia médica, formativa y social.  Hay que tener en cuenta que la mayor parte de estas niñas han sido rechazadas por sus familias, quedando totalmente marginadas. Además de las aportaciones de la Infancia Misionera, Isabel Correig ha recibido también el apoyo económico de las parroquias de la archidiócesis por su labor en África, reconocida también por el Ayuntamiento de Reus que, en 2007, le concedió la Medalla de la Ciudad. 

La Obra de la Infancia Misionera no es un organismo de estricta ayuda caritativa, sino que su labor consiste en transmitir el Evangelio a todos los niños que son el presente y el futuro de la Iglesia. Y, a la vez, atiende a las necesidades de la población infantil porque hay millones de niños que sufren hambre, no pueden ir a la escuela o no pueden acceder a los servicios médicos más elementales..."
Josep Sabaté, Diari de Tarragona, 16 de gener 2016