MAÑANA, JORNADA DE LAS VOCACIONES NATIVAS
LA IGLESIA
SOLICITA AYUDA PARA LA FORMACIÓN DE SACERDOTES AUTÓCTONOS EN LAS TIERRAS DE
MISIÓN
Josep Sabaté
La canonización
de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II coincide con la celebración, mañana, de
la jornada de las vocaciones nativas. Bajo el lema “Misioneros por vocación”,
la jornada recuerda los mensajes que los pontífices han dedicado a las
vocaciones nativas. Es el caso, por ejemplo, de Juan Pablo II quien manifestó
que “queda aún mucho camino por recorrer para que el conjunto de las diócesis
pueda disponer de suficientes sacerdotes autóctonos”.
Éste es,
precisamente, el objetivo de esta jornada, es decir, suscitar la colaboración,
a través de la oración y de la ayuda económica, para que los jóvenes que se
sientan llamados a ser sacerdotes, religiosos o religiosas, en los territorios
de misión, no vean frustrada su vocación por falta de medios materiales. Dentro
de las cuatro Obras Misionales Pontificias, la Obra de San Pedro Apóstol es la
que se ocupa de consolidar las iglesias jóvenes en los territorios de misión a
través de la formación del clero local y las vocaciones religiosas.
La secretaría
general de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol ha puesto en marcha un
mecanismo de colaboración económica para que las diócesis que lo deseen puedan
ayudar a un seminario concreto en los territorios de misión. Este año, hay ocho
seminarios de África, cuatro de América y otros ocho de Asia que esperan ayudas
para la formación de los sacerdotes nativos. Este es el caso, por ejemplo, del
seminario mayor de Puerto Maldonado, en Perú, que precisa una aportación de
11.804 euros para atender a 18 seminaristas. O el “St. Peter’s regional
seminary” de Ghana con 216 estudiantes que requiere una aportación de 119.000
euros para su mantenimiento.
BECAS MISIONERAS
Para facilitar la
ayuda a la formación de sacerdotes o religiosos nativos, se han establecido
unas becas misioneras a través de tres modalidades. Una beca completa de 2.000
euros contribuye a los seis años de formación de un seminarista. Con media
beca, 1.000 euros, se cubren tres años de formación del futuro sacerdote y con
350 euros se financia un curso académico de un seminarista, novicio o novicia.
Con el objetivo
de fortalecer la vinculación entre los donantes y los becarios, las ayudas
misioneras reciben el nombre de personas, hechos o santos vinculados a la
archidiócesis tarraconense.
Precisamente, el
Sr. Arzobispo, Mons. Jaume Pujol Balcells, ha destacado la importancia que
tienen las vocaciones nativas para la Iglesia. El prelado tarraconense señala
que la alegría del Evangelio se extiende y llega a todas partes y “ésto es lo
que está sucediendo también en aquellos países de nueva evangelización en donde
surgen nuevas iglesias, muchas de ellas regadas con la sangre del martirio: el
Espíritu está suscitando en aquellas comunidades nuevos evangelizadores para que
prosigan llevando el Evangelio más allá con valor y audacia”.
No hay misión sin
misioneros. Estos son imprescindibles para que el mandato de predicar el
Evangelio llegue a todo el mundo. De ahí la convocatoria de esta jornada de las
vocaciones nativas, abiertas a toda la humanidad. El Papa Francisco lo ha
expresado de una forma muy clarividente: “Frente a la tentación de las
comunidades de cerrarse en sí mismas, la “missio ad gentes” testimonia
proféticamente que la vida de la Iglesia y de las iglesias es misión, y es
misión universal”.